banshee

Banshee. Pueblo pequeño, grandes secretos.

Un pueblo lleno de secretos, un malo malísimo que lo controla y un tipo duro con un pasado chungo que quiere cambiar las cosas. Si te gusta esto, no dejes de leer y mira Banshee.

poster amish
Alan Ball, creador de una de mis más queridas series, True Blood, vuelve a cautivarnos con su nueva producción: Banshee. Miremos el trailer.

Un ex-convicto recién salido de la cárcel (Antony Starr) se ve enzarzado en una pelea en la que mueren tres personas, una de las cuales es el nuevo Sheriff de Banshee. Ante este hecho, decide suplantar la identidad del policía y convertirse en el Sheriff Lucas Hood. Es entonces cuando descubre que Banshee no es el pequeño pueblo Amish que parecía ser; es un agujero que esconde grandes y peligrosos secretos, detrás de los cuales siempre parece estar Kai Proctor (Ulrich Thomsen), un mafias que tiene a todo el pueblo comprado o atemorizado. Y es ahí donde entra nuestro protagonista; aún habiendo sido uno de los mayores ladrones del país y haber pasado quince años en la cárcel, Lucas Hood quiere ser un Sheriff íntegro y no va a dejarse seducir por las propuestas de Proctor. Aún así, no duda en regentar el pueblo de la única forma que sabe; con mucha, muchísima violencia y saltándose las reglas.

Lucas

mafias banshee
El Sheriff empieza desde cero una nueva vida, pero su pasado le persigue…o más bien lo persigue él. En Banshee vive Carrie (Ivana Milictvic), su antigua compañera de robos o “su chica”, pero para sorpresa de Lucas, cuando él vuelve a buscarla ella está casada y con hijos, y no quiere saber nada de él. Ambos trabajaban para Mr.Rabbit (Ben Cross) hasta que lo traicionaron, de modo que ahora que Lucas ha salido de la cárcel, su antiguo jefazo también quiere venganza. ¿Hay chicha no? Pero la cosa no queda ahí, Lucas sigue en contacto con otras dos personas de su pasado; Sugar (Frankie Faison), un barman ex-boxeador muy tierno, y Job (Hoon Lee), un travestido que ayuda a Lucas siempre que se mete en líos.
Banshee tiene ese toque pueblerino que tanto nos gusta en True Blood, pero con el añadido de contar con una sociedad Amish, que le da un punto muy interesante. También encontramos el sexo y la violencia explícitos, que parece ser marca, no sólo de la HBO (True Blood es de la HBO, pero Banshee no) sino también de Alan Ball. Y lo que parece ser otro tópico de Alan Ball es el homosexual no caucásico que viste y se maquilla como una mujer. En True Blood teníamos a Lafayette y ahora tenemos a Job, que tiene exactamente la misma personalidad y aspecto, pero es asiático. Y aquí me vienen a la mente varias posibilidades; marca personal, tópico ya un poco sobado, búsqueda sana de la polémica casi por inercia o que, como yo, quería tanto a Lafayette que no ha podido separarse de él y ha hecho un doble suyo en su nueva serie. Sí, yo creo que es la última opción.

Amish

Job
Pinta bien, y sólo con ver la cabecera de la serie a mi ya me tenían en el bolsillo. Ahora están emitiendo la primera temporada en Canal+, y en enero se estrenará la segunda entrega y, la verdad, parece aún mejor que la primera.

Ya sabéis, os la recomiendo mucho, pero siempre y cuando podáis soportar grandes cantidades de violencia muy explícita.

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