Como ya dijimos en los posts de las semanas anteriores, estos días estamos de celebración. Trillones (bueno, es una manera de hablar) de series han vuelto, estrenado temporada o aparecido por primera vez en la televisión este mes. En Silence hablaremos de todas (las buenas), pero para empezar hemos elegido….Shameless.
Este pasado domingo se estrenó la cuarta temporada de esta bendición de serie; irreverente, original y sin tapujos, como nos gustan. Cabe decir que la “Shameless” de la que estamos hablando es la versión estadounidense, hay una versión anterior de Shameless, de producción británica, del 2004, que terminó el año pasado con once temporadas. Un día podríamos compararlas, pero hoy vamos a lo que vamos.
Para los que no la habéis visto, Shameless muestra la vida y la convivencia de la familia Gallagher, que básicamente está compuesta por seis hermanos y el borracho de Frank (el padre). Los hermanos son Fiona (Emmy Rossum), Lip (Jeremy Allen White), Ian (Cameron Monaghan), Debbie (Emma Kenney), Carl (Ethan Cutkosky) y el pequeño Liam. Todos ellos tienen que lidiar con circunstancias muy crudas; estar en la línea de la pobreza, tener un padre alcohólico (William H. Macy) y, por lo tanto, haber tenido que aprender cómo sobrevivir solos.
Ahora no penséis que es un dramón todo el tiempo. Este entorno hace que los personajes sean interesantes y desarrollen una personalidad arrolladora aún siendo prácticamente niños. Además, nos encanta la picaresca Gallagher, que es lo mejor de la serie. Fiona, la mayor, tiene que encargarse de todos como si fuesen sus propios hijos, y es exageradamente buena y generosa. Lip es un delincuente, pero es también un cerebrito, con lo cual sabe salirse siempre con la suya y encima salir beneficiado. Debbie es un amor, se preocupa por todos desinteresadamente y es un poco la oveja negra de la familia, precisamente por eso. Ian es el chico más tierno y reservado que puedas encontrarte, en parte porque esconde un secreto…Carl es un aprendiz de granuja, si es que ya no lo es, y le fascinan las armas y todo lo que sea saltarse las reglas. Liam va gateando en medio de todo este barullo y…¿Qué decir de Frank? Es la persona más ruin e interesada sobre la faz de la tierra, pero siempre te hace creer que hay esperanza para que alguna vez su bondad (o consideración) aparezca.
Además de la familia Gallagher también hay otros personajes interesantes, como Kev (Steve Howey) y Veronica (Shanola Hampton), los vecinos, o Karen (Laura Slade Wiggins), la loquísima amiga de Lip, y su madre Sheila (Joan Cusack).
Si queréis ver el trailer de la primera temporada, es todo vuestro.
Pero hablemos de cómo van las cosas en la cuarta temporada, que es lo que nos trae hoy aquí.
ALERTA SPOILER
Fiona, después de ser abandonada por Jimmy (Justin Chatwin), empieza algo con su jefe Mike. Por primera vez la cosas le van bien en el trabajo, a la pobre. Lip ha empezado la universidad y su situación es ahora completamente distinta y nueva, llena de posibilidades de sorprendernos. Ian no ha aparecido, de momento, porque se ha alistado al ejército…pero yo creo que lo vamos a ver pronto, Mickey (Noel Fisher) le echa de menos. Debbie se hace mayor y empieza a interesarse por algún que otro chico (muy tierno cuando hace lo mismo que su hermana Fiona), pero como siempre, es la que está al tanto del Gallagher desaparecido, esta vez Ian. Sheila está más sola que la una, la pobre, y se pasa las horas en casa de los niños, y Veronica ahora, después de conseguir que su madre y Kev se quedaran embarazados, resulta que ella también está esperando un niño de Kev. Milagro o hostia de la vida, depende de como se mire. Y el pobre Carl, es el siguiente en querer ayudar a su padre, Frank, que está hecho polvo, como siempre o más que nunca. Ahora parece que quiere hacerlo bien y dejar de beber poco a poco para superar sus síndromes de abstinencia y sobrevivir, ahora que está hundido en la más profunda de las miserias. Pero… ¿realmente quiere cambiar? Tres temporadas sin importarle ni los demás ni su propia vida son mucho tiempo. Y ya no le queda ningún hijo que no haya perdido la fe en él, a parte de Carl y Liam, claro.
Parece que en general, esta temporada va a llevar una línea muy diferente a las otras, para algunos personajes más que para otros. ¿Nos acostumbraremos a que algunos de nuestros Gallagher favoritos les vaya tan bien? Yo creo que se nos abre todo un mundo de posibilidades para la familia más descarada de Showtime. Aprovechémoslo. ☺