La saga Torrente es el baúl de los juguetes de Santiago Segura en el que José Luís Torrente ocupa el papel de sheriff Woody, su juguete principal. Le acompañan otros juguetes igual de queridos por Segura como son Tony Leblanc, Chiquito de la Calzada, Javier Cámara, Barragán, Pajares y Esteso, El Gran Wyoming, Florentino Fernández, Cañita Brava, Julián López, Paquirrín, y un larguísimo etcétera. Con ellos crea historias y situaciones que a duras penas tienen sentido fuera del mundo creado en el suelo de su habitación, donde su héroe lo mismo puede enfrentarse a un genio criminal en Marbella, convertirse en el guardaespaldas de una eurodiputada, enfrentarse él solo a una red de narcotráfico, sobrevivir en una cárcel de lo más friki o intentar robar en un mega casino con un grupo de los más inepto.
Atrás queda la primera entrega que en palabras del director “Quería hacer una peli underground. Quería hacer neorrealismo italiano. ¡Quería hacer mi Ladrón de bicicletas! De hecho la historia en sí es tan triste y tan sórdida que tuve que meter la trama de los chinos y la mafia para hacerla un poco más llevadera”. Aquel estilo y aquella historia estaba cerrada, no había nada más que contar, es quizás el principal motivo de los diferentes caminos que ha tomado la saga. Sobre la segunda entrega Segura comenta que “Quería hacer mi propia película de James Bond y contar con José Luis Moreno para el papel de villano excéntrico fue algo genial”.
La saga cada vez evidencia más las referencias que Segura toma prestadas, ya sea como la citada mitología James Boniana. Segura nos comentaba que la gente espera encontrar algunas situaciones, escenas y frases en cada nueva película. “¿Nos hacemos una pajillas? Torrente, me debes seis mil pesetas de wisky” etc. Es como si James Bond no dijera aquello de soy Bond, James Bond. La gente saldría del cine diciendo que “vale, la película estaba bien pero le faltaba algo”.
Otro elemento constante que toma prestado de la saga 007 es algo con lo que Santiago Segura disfruta muchísimo “Siempre busco un socio de correrías ideal para Torrente, un tontorrón que le haga compañero en cada película. En Torrente 5 no he podido contar con Gabino Diego así que busqué a alguien que pudiese encarnar a este Cuco 2.0. Me encanta pensar en el papel del compañero de la película, del villano, de la chica… Para el villano de Torrente 5 pensé en un actor de renombre, que fuese mítico, pero siempre siendo realista y que pudiese venir. Escribí el papel pensando en un Mel Gibson, caído en desgracia en su país, pero que aquí en España se le sigue viendo como Mad Max o Bravehearth. Nunca podría haber imaginado contar con Alec Baldwin. Venía de hacer seis temporadas de 30 Rock o de trabajar con Woody Allen en Blue Jasmine, pero el guión acabó en sus manos gracias a sus suegros ya que su mujer tiene familia española”.
El universo del cómic español también queda plasmado en la saga, sobretodo en las dos ultimas películas. Se declara fan absoluto de los cómics de Bruguera (de hecho encarnó a Manuel Vázquez en “El Gran Vázquez”, el autor de Anacleto, agente secreto). En los gags físicos, las tortas y las consecuencias de la violencia de Torrente 5 está muy presente el mundo de Mortadelo y Filemón, como también en detalles como el papel de Alec Baldwin de superintendente, la planificación y ejecución de planes, los artilugios utilizados o el cambiar marcas famosas como “Avería” por “Iberia”.
Si hay algo en lo que destaca la saga Torrente es en el numero de cameos por segundo y en la recuperación de viejas glorias admiradas por segura. Nos comentaba sobre Pajares y Esteso que fueron grandes humoristas, capaces de rodar cinco películas al año y que si de esas ochenta películas de su filmografía cogías los mejores gags podías hacer siete u ocho películas magnificas, algo que no todos pueden decir.
Y es que Segura intenta tratar con mimo los gags, sin olvidarse de la parte mas espectacular de sus ultimas películas, cargada de efectos especiales, un tema algo polémico debido a la pasividad de la academia de cine. La saga Torrente ha sido ignorada desde la segunda entrega cosa que duele a Segura al haber sido ignorado en temas como los efectos especiales, banda sonora, actores (citó por ejemplo Gabino Diego y a Paquirrín). Y no se como se comportará la academia en esta ocasión pero desde luego el papel de Carlos Areces (un actor que siempre te hace dudar de si de verdad está actuando) se merece algún tipo de reconocimiento.
En definitiva, una película para partirse el ojete durante la mayor parte del metraje, un reparto de lujo (aunque Jesulín a duras penas pueda defenderse, obviamente), con unos cameos mejor integrados que en ocasiones pasadas, y plenamente disfrutable si se ignoran defectos como una conclusión demasiado extendida y algunos gags de pedos y eructos que están ahí solo para “enguarrecer” la cinta.
Torrente 5 es sin duda la mejor de las ultimas tres entregas y deja la saga en una situación argumental lo suficientemente extraña como para esperar cualquier cosa de la sexta entrega y del baúl de juguetes de Santiago Segura.