Hace justo una semana, unos pocos privilegiados tuvimos la oportunidad de reunirnos con el director y guionistas de la película 10.000 km. El grupo Guionistes Associats de Catalunya organizó una pequeña conferencia en la SGAE en la que asistimos un reducido grupo de profesionales y aspirantes a profesionales del mundillo del celuloide, en un acto en que también hizo acto de presencia Isona Passola, directora de la Academia del Cine Catalán.
10.000 km supuso un auténtico éxito de crítica y se llevó en 2014 un total de cinco premios Gaudí y el Goya a Mejor Director Novel para Carlos Marqués-Marcet. Fueron precisamente el director, que también ocupa el rol de guionista, junto la otra artífice del guión, Clara Roquet (que asistió, irónicamente, a través de Skype), los que respondieron a las múltiples preguntas que les hicimos sobre el guión y el proceso creativo de la película. Y lo hicieron con mucha transparencia y mejor simpatía. Un auténtico lujo.
10.000 km es un film aparentemente sencillo pero con un complejo y elaborado peso narrativo. Trata la relación de una pareja sólida, Alex (Natalia Tena) y Sergi (David Verdaguer), que se ve obligada a separarse temporalmente a raíz de una beca de un año en Los Ángeles que le dan a Alex. Sergi, por su lado, tendrá que quedarse en Barcelona. Durante los 98 minutos que dura la película iremos viendo el paulatino desgaste de la relación, conectada solamente a través de la pantalla del ordenador. En la película solo aparecen los dos personajes, en un auténtico alarde de economía narrativa donde se enmarcan de maravilla las actuaciones de los dos actores.
Para escribir el guión, Carlos y Clara nos explican que se conocieron a través de un conocido en común y que estuvieron co-escribiéndolo, casualmente, a través de Skype durante todo el proceso. Carlos en Barcelona y Clara en Columbia (Estados Unidos).
Con 10.000 km Carlos y Clara pretenden retratar una generación, nuestra generación, que se ha visto obligada a abandonar los hogares y familias en pos de una oportunidad laboral en el extranjero. Una generación que ha tenido que tomar decisiones difíciles forzadas por un contexto social que se presenta como un enemigo. En resumen, una generación desarraigada. Empatizar con los personajes es inevitable.
Lo más importante de la trama es precisamente lo que no se ve, las elipsis entre los intertítulos que nos dan a entender la evolución emocional que han sufrido los personajes durante las semanas que no los hemos visto. El principal problema era que los dos personajes están, exceptuando al principio y final de la película, totalmente solos, cada uno en su piso, lo que comportaba una nula interacción con otros personajes y un esfuerzo extra por parte de los guionistas para plasmar su contexto emocional.
Como asesora del guión contaron con la excelente guionista y mejor persona Coral Cruz, quien les ayudó a construir el arco emocional de los personajes (vital en la trama) y les dio la idea de sintetizar el primer acto en una escena (que resultó en un impresionante plano secuencia de casi 20 minutos).
10.000 km es cine en estado puro, cine como herramienta social y como perfecto ejemplo de economía narrativa. Y explicado por las mentes que le han dado espíritu y forma es un auténtico lujo. Así que ya lo sabéis, para los interesados la asociación Guionistas Associats de Catalunya va organizando ocasionalmente eventos de este tipo. ¡Así que no os los perdáis!