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El Marginal: Adentrarse en la verdad de la cárcel latinoamericana

Hay períodos en los cuales una temática se pone de moda y se hacen muchas series en torno a ella. Desde principios de los 2000 vimos muchas producciones sobre médicos, “Grey’s Anatomy”, pasando por el genial “Dr. House”, hasta “MIR” y “Dr. Mateo” en España…

Pero al parecer la moda hoy es la cárcel y los argentinos no se quedaron fuera, al realizar la cruda, realista y magistral historia de “El Marginal”, protagonizada por Juan Minujín y producida por Underground.

El Marginal

Violencia en estado puro

Tras el rapto de la hija de un Juez de la Nación Argentina, Miguel Palacios (Juan Minujín), se infiltra en la cárcel de San Onofre bajo la chapa de “Pastor“. El fin es dar con el paradero de la chica, quien se encuentra secuestrada en dependencias del centro penitenciario.

Desde la primera escena, el espectador se inmiscuye en un mundo violento, feo, pobre, delincuencial, hacinado, donde es posible imaginar el olor del lugar y sentir el frío que paraliza cada vez que se le da la espalda a los reclusos. Los actores parecen verdaderos delincuentes. Hay violencia verbal, física y sexual.

‘El Marginal’ es hiperrealista, tanto en las actuaciones como en los textos, es “difícil de llevar”, pero es lo que hace que esta serie sea una joya.

La vida dentro de la cárcel San Onofre

Dentro de San Onofre hay bandas, una de ellas liderada por Mario (Claudio Rissi) quien mueve los hilos para realizar una serie de actos ilícitos en Buenos Aires, sin tener que moverse de su “escritorio”. Junto a él está Diosito (Nicolás Furtado), quien además de violento y psicótico, es adicto a las drogas lo cual lo transforma en una bomba de tiempo.

Y al parecer en esta cárcel no hay nadie honesto, pues el director de San Onofre, Robles (Gerardo Romano), conoce cada uno de los movimientos de Mario, lo cual vuelve más difícil la tarea de Pastor en el penal.

La serie d El Marginal

Pastor, una vez dentro de la cárcel, se impone como un delincuente serio, que no busca problemas, pero que al mismo tiempo no permite que lo pasen a llevar. Es así como rápidamente se gana el respeto de los “poderosos” de San Onofre, ganándose al mismo tiempo el odio de otros.

Por confiar en quien no debía, Pastor queda encerrado – se vuelve un reo más – y nadie le reconoce su verdadera identidad, pasando de ser un infiltrado que lucha por salvar a otro preso que pelea por mantenerse vivo.

Vis a Vis vs El Marginal

Aún cuando las comparaciones son odiosas, es difícil no hacer un paralelo con una de las series de cárcel más recientes, Vis a Vis. Y la diferencias son abismales.

Mientras en la producción española, el recinto de reclusión es un lugar luminoso, amplio y limpio; en argentina vemos una verdadera cárcel latinoamericana, con patios llenos de trapos haciéndolas de techos y con espacios mínimos recibiendo a más hombres de los que caben.

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Respecto a la trama, si bien ambas son violentas, el lenguaje que se ocupa en ‘El Marginal’ es difícil de comprender, pues más que un idioma, parece un dialecto carcelario el que hablan los personajes.

Una serie muy premiada

‘El Marginal’ destaca por dos cosas: excelentes actuaciones y un muy buen guión. Los creadores de la serie son Sebastián Ortega y Adrián Caetano, éste último también encargado de los guiones junto a Guillermo Salmerón, Silvina Olschansky y Nicolás Marina.

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La serie se estrenó en Argentina por la TV Pública y ya está en Netflix. En su debut, obtuvo cinco nominaciones para los premios Notirey, ganando en la categoría Mejor Revelación Masculina Nicolás Furtado. En abril de este año, antes de estrenarse, la serie ganó El Gran Premio Internacional en el Festival Series Manía en Paris.

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