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Frank Castle (The Punisher), tú sí que molas

Si algo me repatea los higadillos, es que los superhéroes, sean cuales sean, siempre destilan una superioridad moral que en ocasiones roza la santidad. Joder, es que algunos parecen entes etéreos, no sujetos a la corrupción, blancos, impolutos, incólumes.

Vale, sí, me diréis, si son los buenos, tiene que tener un sistema de valores y precisamente eso es lo que los diferencia de los villanos. En la consecución de sus objetivos siempre hay límites. Lo entiendo y lo respeto, por supuesto. Pero hay límites y límites.

Quizás por su recalcitrante catolicismo, siempre que pienso en un superhéroe cansino de puro bueno me viene a la cabeza Daredevil. No, no me refiero a esa deposición equina protagonizada por Ben Afleck; en este caso ni buenos, ni malos, ni equidistantes: de esa película no se salva ni la fuente tipográfica de los títulos. Me refiero a la maravillosa serie de Netflix protagonizada por Charlie Cox que se intercala con las series de Jessica Jones, Iron Fist y Luke Cage.

daredevil matt

Una serie que tiene el interesante acierto de mezclar novela negra y policiaca con el fantástico mundo de los superhéroes de Marvel. Con buen criterio, se le otorga profundidad a las tramas y una complejidad narrativa que huye de los clásicos bailes de disfraces a los que nos tenían acostumbrados en el género. Bailes de disfraces que, en cierto modo, fueron enterrados y bien enterrados con el Batman de Christopher Nolan. Pero, con independencia de ello, el personaje sobre el que se construye la trama sigue siendo el mismo: Matt Murdock, ciego, abogado, defensor de las causas perdidas y de la violencia justificada que nunca debe acabar en muerte.

La incursión de The Punisher en Daredevil

La primera temporada fue magistral, estuvo muy bien hilada y dejó para la posteridad uno de los mejores Kingpin de la historia como contraparte del superhéroe. Sin embargo, todo el rollo de la Mano que se presentaba como trasfondo en la primera temporada y que se desarrolló posteriormente le otorgó unos niveles de fantasía adicionales a la serie que supusieron un giro argumental que me dejó algo tibio: los villanos ya no serían gansters al uso, sino samuráis con poderes fantásticos. Volvemos a los disfraces, pensé.

Pero no. Alguien irrumpió en escena para sacarme del letargo en que estaba cayendo la serie, a mi parecer. Un personaje que, desarmado y en mitad de un pasillo de la cárcel, se llevó por delante a más de diez presos armados con palos, cuchillos y mazas con una brutalidad nunca vista. Esa escena fue como un puñetazo en mi cara. Esto sí que me mola.

frank castle

El personaje de The Punisher se nos presenta como un hombre sin ley, sin piedad y sin que sepamos bien en qué bando integrarlo. Lo interpreta Jon Bernthal, a quien seguramente todos conocemos por su papel de Shane en la serie de The Walking Dead. Quiere venganza y la quiere obtener a toda costa, pero no acabamos de saber al principio mucho más de él. Su encuentro con Daredevil nos ofrece parte de su historia: The Punisher es Frank Castle, un militar de operaciones especiales retirado que tuvo que ver cómo su familia era asesinada a sangre fría. Busca vengarse de todos aquellos que participaron en la matanza. Del primero al último.

No busca justicia. No. Busca sangre. Venganza. Muerte.

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Similitudes y diferencias: La creencia en el sistema

La conversación que mantienen ambos, Daredevil y The Punisher, después de darse una buena tunda, pone de relieve a las claras sus diferencias: Matt Murdock cree en la justicia, cree en el sistema y tiene unos límites muy claros. Frank Castle fue parte del sistema y sabe que no funciona, que no va a encontrar justicia entregando a los responsables de la muerte de su familia a las autoridades. Que sólo hay un modo de acabar con los malos de manera definitiva: matándolos.

Es posible que todo tenga que ver con la evolución de los personajes, claro. Puede que Matt Murdock, de haber vivido lo que vivió Frank Castle, fuera como él; y viceversa. Pero el caso es que podemos entender a Frank y, al menos para mí, cuesta entender a Matt, que se aferra a una idea frente a una realidad que ya le ha estallado en la cara. Hay una conversación que mantienen ambos en el capítulo 2×11 que nos permite entender perfectamente estos posicionamientos:

  • Daredevil: “Ayúdame y encontraremos al hombre que dio la orden”.
  • The Punisher: “¿Y luego qué, Rojo? Se lo entregamos a la justicia para que actúe, ¿es eso lo que quieres hacer? Tu método da pena, Rojo. No sirve de nada. Necesito… lo quiero muerto. Quiero algo permanente. ¡Acabar de una vez!”

Frank Castle necesitaba su propia serie

Por desgracia para muchos de nosotros, The Punisher no dejaba de ser un personaje secundario, si bien tuvo una gran importancia en la trama. Nos dejaron entrever diferentes destellos de su pasado gracias a Karen Page, que lo entiende y lo protege en todo momento, pero nos quedamos con ganas de más. Qué va a hacer a continuación. Qué más podemos saber de su pasado. Quién más va a recibir su inescrutable castigo. No sé vosotros, pero yo quedé un poco saturado de la santurronería de Daredevil, del rollito de clase y raza de Luke Cage o incluso del misticismo de Iron Fist. Quería visceralidad. Que se sobrepasaran los límites. Quería que Frank hiciera lo que tuviera que hacer si ninguna cortapisa. Y Netflix escuchó mis súplicas.

Frank Castle

No voy a desvelar la trama de la serie, porque, sinceramente, quiero que la veáis y la disfrutéis sin saber demasiado. Sólo que tendremos a Frank Castle en su estado puro. Sabremos por qué mataron a su familia, sabremos quién dio la orden. Conoceremos a la implacable agente especial Dinah Madani, así como a varios excompañeros de Frank, como Curtis Hoyle o Billy Russo. Veremos una serie donde la acción, la intriga, la brutalidad, los debates sobre el uso de las armas o incluso el honor se entremezclan entre sí en una historia épica que no te dejará despegarte del sofá. Estamos, quizás, junto con Jessica Jones, ante una de las mejores series que nos ha brindado Netflix.

Memento mori.