Beyoncé es un personaje que derrocha poder, feminismo, sexualidad y un cierto toque de vanidad. Siempre hemos podido verlo a través de sus canciones, sus coreografías y también su vestuario. En su último disco, del que ya os hablamos aquí, “Beyoncé: Platinum Edition“, se dejó llevar por la sensualidad, la sexualidad y el amor hacía su marido (Jay Z) y su hija Blue Ivy. Este álbum ha sido de los más aclamados: cuando lanzó el álbum musical, lo hizo conjuntamente con piezas audiovisuales de cada una de las canciones. Algo insólito, que aún ningún artista había hecho. Podías escuchar la canción, o ver el videoclip de la misma, donde cada videoclip, tiene la sutileza de ser un perfecto cortometraje. Lo apellido su “primer álbum audiovisual“, y causó revuelo entre sus fans ya que publicó en la tienda virtual de iTunes Beyonce todo el álbum (14 canciones y 17 videoclips) sin promoción previa. Algo totalmente raro, en una artista de su calibre.
Con este álbum, se acabó de consagrar como la diva del pop y R&B. Tal y como nos cuentan en un artículo en El Mundo, nos cuentan que en un comunicado que hizo Sony (su discográfica), Beyoncé “ve la música”. “Es más de lo que puedo escuchar. Cuando estoy conectada a algo, inmediatamente veo una imagen o una serie de imágenes que están conectadas a un sentimiento o una emoción, un recuerdo de cuando era pequeña, pensamientos sobre la vida, mis sueños y fantasías. Y todos están conectados con la música. […] No quería que nadie supiera cuándo publicaría mi nuevo álbum. Quería que saliera a la venta cuando estuviese terminado, directamente desde mí para mis fans“.
En este aspecto, lo hizo genial. Impresionó a todo el mundo con un álbum diferente, dándole valor a las piezas audiovisuales (algo que personalmente valoro mucho, ya que soy una fanática de los videoclips). Las imágenes que aparecen forman parte de sus giras mundiales, desde sus inicios en Destiny’s Child hasta la actualidad. Escenas gravadas en Europa, Sud-América, y imágenes personales con su familia. Acerca al público a su mundo personal, ya que para ella, sus fans son lo más importante. Aquí os dejo la canción que le dedicó a su hija, y en que la pequeña participa:
Es por eso que os quería hablar de uno de sus cortometrajes, Yours and mine. En él, vemos a una Beyoncé mucho más cercana (aunque aparezca divina en todas las escenas). Nos cuenta como vive la fama, ya que ella se considera una persona muy exigente consigo misma, con ambición y queriendo luchar por sus sueños. No le importa lo que piensen los demás, y sabe que no puede quejarse, si no trabajar al máximo para estar siempre al 100%. En este sentido, lo vemos en todos sus espectáculos: coreografías perfectas y sincronizadas, con los mejores bailarines y los mejores efectos visuales. No dejan a nadie indiferente, ya que esa es la intención. Ser la diva número 1 y que nadie pueda quitarle el trono. Se lo merece.
Un ejemplo clarísimo: la performance que hizo en los Billboard Awards del 2011.