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¿Qué vínculos ocultos tienen el cine porno y el de terror?

Porno, Terror y Fechas sobreimpresas. Pues empecemos.

Ya desde los inicios de la conciencia humana, allí en las cavernas a la luz del fuego, el hombre ha intentado recrear la realidad. Es una obsesión que nos persigue desde que cobramos conciencia del yo frente a lo que nos rodea. El cine no es una excepción. (Es más, es una consecuencia)

Pero no nos desviemos del tema. El tema que nos ocupa hoy son los recursos narrativos con los que cuenta el cine para conseguir engañar, al menos una parte del espectador, y luego arrancarte una sonrisa, llanto, excitación o espanto. Cuanto mejor engañes al espectador mejor resultado obtendrás.

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Y eso nos lleva al cine porno y la explosión del POV.

Hoy en día el porno más visto en Internet, ya sea en porntube, youporn o mediante páginas de pago, es el amateur y el falso amateur. No es de extrañar, ya que lo que sucede delante de la cámara es 100% (en teoría) real. La realidad pura de este tipo de porno es lo que necesita el consumidor que busca una reacción química en su cerebro (ya sea arriba o abajo). Por otra parte, el hecho de que lo que estás viendo sea o no sea real es irrelevante.

Me explico.

El cine porno amateur llegó a Internet, ya hace mucho tiempo, destrozando y haciendo zozobrar una de las industrias más prósperas, obligándola a adaptarse o morir.

Este cine no era cine, eran grabaciones caseras, en las que parejas se exhibían sexualmente delante la cámara, unas grabaciones que no estaban hechas para ser vistas para el gran público, pero que por A o por B allí estaban, colgadas por el novio o novia y difundidas por la red.

¿Cómo es la grabación?

El 90% de las grabaciones de este tipo son con el estilo que luego se conocería como POV o point of view, o sea como en los videojuegos de primera persona, la cámara escenifica lo que ve el protagonista (cámara subjetiva). Cuanto peor grabado y amateur más puntuación recibe el vídeo.

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[Dato curioso] Los vídeos caseros en los que aparece la fecha y la hora sobreimpresa reciben una mejor puntuación y doblan en visionado respecto a las que no (aquella fecha digital que aparece por defecto o como extra en algunas cámaras digitales caseras).

Así que la flexible industria del porno (nunca mejor dicho) se adaptó rápidamente a este nuevo fenómeno y absorbió estos métodos a su producción. Y lo mejor de todo, es que estos vídeos pseudo caseros, pseudo amateurs empezaron a superar en streams a los que realmente eran caseros.

Así que no es importante que lo que suceda delante la cámara sea real o no, lo importante es que lo parezca y que el consumidor pueda auto engañarse, sin muchos problemas, de que eso es real y pueda llegar a excitarse o lo que sea que esté buscando en ese vídeo.

Es así como llegamos al año 1999 y el estreno en cines de “The Blair witch Project”.

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¿Qué otro género necesita de esta realidad para bajar la guardia del experimentado espectador? El cine de terror, claro está.

Si consigues que el espectador crea, o mejor dicho, si consigues que parte del cerebro del espectador se engañe y crea que lo que tiene delante es real podrás hacer lo que quieras con él y esto no lo digo yo, esto ya quedó demostrado con la famosa emisión radiofónica de Orson Welles de la guerra de los mundos en 1938.

Así que el siguiente paso natural del cine de terror fue adaptar esa nueva manera de grabar del porno y conseguir un mejor efecto en los recursos propios de género para hacer que el espectador se retuerza de miedo en su butaca.

El cine de terror se llenó de falsas subjetivas y falsas cámaras de vídeo vigilancia y la Bruja de Blair abrió la puerta a una larga y prolífica producción de este tipo: la saga REC, la saga Paranormal Activtity, Monstruoso, Diario de los muertos, The st.Francisville experiment, The Poughkeepsie tapes… y otros miles de exorcismos y fantasmas más (recuperando el dato curioso, fijaos bien que en este fotograma de Paranormal Activity la fecha está sobreimpresa.)

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No hay que olvidarse de que en 1980, Ruggero Deodato filmó lo que se conoce como el primer falso documental de terror con el famoso nombre de Holocausto Caníbal, en el que utilizaba recursos narrativos del cine documental para conseguir un efecto similar al explicado con el POV más propio del porno.

Pero el cine de terror no es el único que ha coqueteado con este recurso de pura realidad. Una vez se demostró el éxito en taquilla, grandes producciones han utilizado este recurso para conseguir bajar la guardia de un espectador ¿demasiado? entrenado. Por ejemplo: 127 horas, Project x (aunque esta última no deja de buscar algo similar al porno) o incluso podríamos incluir la primera hora y media de Distrito 9.

En fin. ¿Qué futuros recursos cinematográficos nos esperan? ¿Cuál es el siguiente paso del lenguaje cinematográfico? No descarten nada.

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